Enfoque
El modelo básico de escolarización rural en Andalucía en torno a 1945, se llamó Escuela Nacional Unitaria, a pesar de ello, los niños y niñas de El Almendral de Zafarraya estudiaban separados, ellas acudían a un colegio y los niños a una casa en la que el maestro vivía abajo y la clase se encontraba arriba, en una habitación. Fue un aprendizaje segregado que no tuvo en cuenta la diversidad, donde los profesores separaban a los estudiantes en clases según sus capacidades, sentando a los más aplicados en las primeras filas y a los que tenían más escaseces detrás. Veamos cómo les enseñaron entonces y cuál fue el modelo pedagógico.
La escuela unitaria poseía un modelo de gestión escolar en el que un solo maestro gestionaba el plan de estudios de un grupo diverso de estudiantes del mismo entorno. El grupo era mayoritariamente heterogéneo y reunía a niños de diferentes edades y diferente desarrollo biopsicológico. Algunas maestras y maestros castigaban de rodillas y tiraban tirones de las patillas a los más traviesos. Tenían libros de El Quijote y de Historia Sagrada y los iban leyendo por turnos en voz alta. Como no había recursos, se iban pasando el libro para poder leer y cada niño tenía que llevar un pizarrín y una silla para poder sentarse. Las carteras eran de cartón y se heredaban casi por casualidad.
En aquella época, el número de alumnos superaba los cincuenta y todos los niños estaban censados en El Almendral. Es reseñable que, en esos años, la natalidad era muy elevada, pues cada familia tenía una media de seis o siete hijos, y no fue hasta los años 60, cuando la gente empezó a emigrar a Francia o Bélgica en busca de una mejora significativa de las condiciones laborales.
La modalidad de enseñanza ocupaba las mañanas con asignaturas y las tardes con costura u otros quehaceres, según el sexo del estudiante. Las materias se dividían en tres conceptos: Materias instrumentales, Materias formativas y Materias complementarias. Durante las tardes de mayo, llevaban a las niñas y niños por el camino de la Laguna a coger amapolas y a rezar el Rosario. La excursión terminaba con la elaboración de un altar de flores en la escuela que luego era visitado y admirado por todos. En la cartilla de escolarización de cada niño se reflejaban los datos del padre y la profesión, mientras que de la madre solo figuraba el nombre.
En la localidad era frecuente que los niños abandonaran las clases durante largos periodos, a veces por completo, debido a la necesidad de irse a servir a las casas de los señoritos de la capital. En última instancia, muchos niños y niñas no tuvieron opción alguna de ir a la escuela por ser los hermanos mayores de la casa y adquirir así el compromiso de ir a escardar las tierras de otros vecinos. A cambio de esos trabajos, se les enseñaba por las noches a leer, escribir y hacer cuentas, hecho que resume la práctica inexistencia de educación escolar durante el período de posguerra en la mayoría de las zonas rurales de Andalucía.
Vicente Pérez Moreira
Comentó el 21/03/2024 a las 15:03:12
Estimada Beatriz,
Realmente he gozado su ponencia, muy interesante las entrevistas y el estudio.
En Chile la educación rural funcionó de maneras parecidas permitiendo la escolarización y la disminución de los indices de analfabetismo.
Me habría gustado en tu ponencia poder tener contacto con algún exalumno de esas escuelas, aún deben quedar por ahí para complementar con testimonios el ejercicio etnografico.
Muchas gracias, saludos
Beatriz Chaves Bueno
Comentó el 21/03/2024 a las 22:10:14
Estimado Vicente. Es un placer contar con participantes como usted en el congreso, personas que invitan a pensar y reflexionar sobre inquietudes comunes.
En cierto modo, encontraba injusto que nuestro siglo nos hubiera regalado la posibilidad de dejar una huella informativa tan exhaustiva de todos nuestros pasos a través de internet. La nube, constituye un gran diario de textos, fotos, vídeos, revistas… y es el lugar donde se documentan la mayor parte de nuestras acciones diarias. ¿Por qué no poner esto también al servicio de nuestros ancestros?
Durante la primera mitad del siglo XX, no hubo posibilidad de documentar en detalle la subsistencia de las personas en medios rurales, por lo que muchas circunstancias se han transmitido únicamente mediante tradición oral, entre familias, vecinos, conocidos, gentes de paso… que luchan por mantener vivos aquellos irrepetibles recuerdos, los que componen su vida. En la localidad se conservan muy pocas imágenes de la época, no obstante, he podido recabar material para armar un artículo que refleje un testimonio amable de aquel periodo en el que tantas personas no tuvieron acceso a la educación. Este material es visual y oral, pues en la Biblioteca Virtual de Andalucía se encuentran grabadas unas 70 canciones populares de corro, que se han documentado gracias a la participación de los habitantes de Zafarraya con posterioridad. También es un material donado por los habitantes con los que poseo contacto, algunos de ellos nacidos alrededor de 1930, los cuales no han emigrado y han permanecido en la localidad toda la vida. Pretendo destacar que estas personas tuvieron la valentía de seguir adelante, a pesar de las dificultades, y que hoy en día han encontrado el equilibrio con una sociedad que no da tregua a los cambios, con la buena voluntad siempre por su parte de hacer de esta una sociedad de convivencia.
Le invito a revisar más adelante la publicación del artículo, para tomar contacto con estas personas excepcionales que nos humanizan. Muchas gracias por sus afectuosas palabras.
Hugo Jiménez Zurita
Comentó el 20/03/2024 a las 13:02:00
Buenas tardes.
Muchas gracias por la ponencia. Es una aproximación "microhistórica" sumamente interesante, pero querría conocer un poco mejor las formas mediante las cuales se pretenden poner en relación estos datos concretos con la situación general de la educación en la época: es decir, el paso de lo "micro" a lo "macro".
Un saludo,
HJZ.
Beatriz Chaves Bueno
Comentó el 20/03/2024 a las 19:47:34
Buenas tardes, Hugo. Realmente me alegra que lo veas así. Cuando se trata de poner voz y texto a las vivencias de otras personas nunca sabemos si elegimos la dimensión adecuada de las palabras. Cuando comencé a escribir este artículo, la única meta que me planteaba era hacer una aproximación empírica sobre la educación que habían recibido las personas de la localidad a través de sus testimonios. Teniendo en cuenta la tardía escolarización de muchos niños, o la interrupción de la misma por falta de recursos, me parecía de singular interés dejar constancia del aprendizaje que había tenido esta generación en el panorama académico. Una vez definida, quizá otros investigadores la retomen en estudios posteriores y la pongan en relación con la situación general de la época. Por lo que he sabido de otros testimonios en Andalucía, existen ciertas similitudes entre la enseñanza recibida. Pero de momento es algo que no pretendo abarcar en este "microestudio". Muchísimas gracias por tu interés en la ponencia.
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